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Historia y usos de la magia blanca

Historia y usos de la magia blancaLa magia significa “moldear”, “modificar” y “macerar”. A través de la manipulación de los elementos naturales, el mago es capaz de bifurcar una energía para ponerla a favor de quien él desee. Los primeros magos provinieron de la secta de Zoroastro en Grecia, ya que eran los sacerdotes de dicho culto.

Zoroastro fue un antiguo profeta que vivió aproximadamente en el año 1300 antes de Cristo y cuyas enseñanzas sirvieron de detonante de la religión Católica para crear sus dogmas. Zoroastro plantea su doctrina en base a la eterna lucha de Dios, como ser de luz y bondadoso, contra Ahriman, quien es concebido como el espíritu del mal que proviene de la oscuridad.

El surgimiento de la palabra magia se le atribuye a Magus, un prolífico astrólogo perteneciente al zoroastrismo, ya que fue él quien la utilizó por primera vez.

El propósito original de la magia blanca es aquel que permite crear un punto de fusión entre aquello que se ha separado o roto, para que las personas recuperen la paz interior y la armonía con su entorno. Puedes ver en https://www.tarot.eu/novedades/hechizos/ algunos de los rituales y hechizos más utilizados para conseguir esa armonía, que todos necesitamos.

¿Qué es la magia blanca?

La magia blanca es aquella práctica que va más allá de lo racional y que se encuentra en estrecha armonía con la naturaleza. Quienes la practican son el vehículo que transporta la energía más genuina del universo a la persona que necesita recibirla. Pueden buscarse tanto resultados específicos como genéricos a través de la magia blanca. Todas las peticiones son aceptadas, excepto aquellas destinadas a generar cualquier tipo de daño.

Quienes practican la magia respetan de forma cabal a todos los seres vivos. Por lo tanto, rechazan todo tipo de sacrificios. Creen que todo lo que existe en el cosmos forma una unidad divina que debe respetarse, adorarse y admirarse si pretendemos sacar un beneficio de ella.

El advenimiento del Catolicismo hizo estragos en la magia blanca. La incomprensión recibida por parte de sus creencias dogmáticas hizo que la magia fuera vista como algo malicioso que perseguía fines opuestos al bien común y a la armonía. La Iglesia Católica vio en la magia una amenaza a su sistema de fe, por ello la condenó y la persiguió. Sin embargo, es necesario recordar que ningún representante de la magia jamás destruyó un sistema de creencias u obligó a alguien a convertirse a lo que ellos predicaban. En cambio, los evangelizadores cristianos se hicieron muy conocidos por castigar con la muerte a quienes no aceptaban convertirse a su credo.

Los pilares de la magia blanca son en todo momento el amor universal, la luz, la ley de atracción, el bienestar y la paz. Cualquier propósito que no se base en ellos no puede ser considerado de magia blanca.
Diversas culturas adoptaron la magia blanca para lograr una mejora en la vida de su comunidad y de sus pueblos. Los griegos, los egipcios, los aztecas y los mayas contaban con sacerdotes que la utilizaban para pedir abundancia, buenas cosechas, uniones prolíferas, felicidad y buena salud.

Adoración de la Diosa

La presencia de Hécate es muy fuerte en todo culto de magia blanca. La primera referencia que tenemos de ella nos llega a través de Hesíodo, uno de los más fabulosos historiadores y poetas griegos. Hécate, hija de Perses y Asteria, es la reina de las brujas.
Cuando hablamos de la adoración a la Diosa, no hay un criterio rígido al respecto. Algunos practicantes se vuelcan a adorar a Venus, otros a su versión griega, Afrodita, mientras que un grupo muy extenso de magos blancos consideran a la diosa como la naturaleza en sí misma.

La Wicca es la rama de la magia blanca que realiza esta adoración bajo el precepto de que cada rincón de la Tierra es sagrado y la Diosa se encuentra en cada uno de ellos.
Antes de comenzar con cualquier tipo de ritual o de hechizo, es necesario convocar a la Diosa, pedirle permiso para utilizar sus dominios y al finalizar agradecerle por habernos prestado una porción de su vasto territorio para pedir por nuestro bien o por el bien común.

Historia y usos de la magia blanca

¿Quiénes pueden utilizarla?

En nuestros días, la orden que practica la magia blanca es la Wicca. Se trata de una religión neopagana que se ha extendido a lo largo y ancho de todo el mundo y cuyos seguidores están alineados con un claro objetivo en común: hacer el bien. Es tan válido buscar el bien propio como el de la comunidad, siempre y cuando no se recurra a hacerle mal a alguien para conseguir lo que se pretende. Las personas que pueden utilizar esta magia se dividen en cuatro grupos:

Magos: son aquellos seres que han mezclado sus dotes innatas para la magia con las enseñanzas impartidas por su padre, ya que la magia pasa a la persona por línea patriarcal. El poder de los magos es ilimitado, por lo que podemos pedirles absolutamente todo. Sin embargo, no podremos salirnos de los pilares que sostienen a la magia blanca.

Potentados: son los magos de más alto rango y no necesitan de un ritual para modificar las fuerzas naturales. Al contar con un poder psíquico tan fuerte, solo basta que lo deseen para que se haga realidad.

Gente común y corriente: son las personas que no cuentan con formación y habilidades para la magia, pero que cuentan con cierta afinidad con la disciplina. No alcanzan grandes resultados, pero sí pueden lograr pequeños cambios en su vida o en su entorno si leen tratados de magia y practican con toda su fe.

Debemos tener mucho cuidado de no encargarle nuestro hechizo a un diamago, ya que esta clase de persona ha nacido con la predeterminación de no poder conectarse con la magia bajo ningún concepto. Por lo tanto, los hechizos que realicen no tendrán efecto alguno.

Existe una frase que define una parte muy importante de la filosofía wiccana, y esta dice: cuidado con lo que deseas, puede que se cumpla. Es decir, muchas veces corremos enceguecidos detrás de un objetivo, sin darnos cuenta de que cuando se cumpla, no solo no seremos todo lo felices que creíamos que seríamos, sino que también nos traerá tantos contratiempos que terminaremos deseando no haberlo pedido jamás.

Los propósitos de los hechizos de este tipo de magia

Existen muchos propósitos que nos llevan a la práctica de la magia blanca. Podemos pedirle algo general o también podemos hacerle una petición muy puntual y específica. Entre los cometidos más comunes de esta magia se encuentran:

Unión: las personas recurren a su poder para estrechar lazos con quienes aman. Si bien podemos pedir una unión romántica, la magia blanca también está abierta para unirnos con nuestra familia o para recuperar amistades perdidas.

Salud: los beneficios que podemos conseguir para nuestra salud son ilimitados. Tenemos que tener mucha fe al hacer nuestras peticiones y veremos cómo los males se van desvaneciendo de nuestro cuerpo.

Armonización: es un recurso invaluable cuando se ha perdido la armonía del hogar o incluso cuando nos sentimos desconectados de nosotros mismos. La magia blanca restablece las conexiones perdidas y nos permite vivir en paz.

Reencuentro con el yo interior: cuando hemos perdido el rumbo o ya no sabemos ni quiénes somos, estos hechizos nos llevan a reencontrarnos con el ser que hace tanto tiempo fuimos y con el que deseamos volver a retomar el contacto.

Prosperidad: es muy efectiva en lo que a abundancia y prosperidad se refiere. La magia blanca está destinada a hacer el bien y no se concibe una buena vida sin estos elementos.

Tipos de magia

En lo referente al color de la magia, ya sea blanco, negro o rojo, es importante aclarar que la magia es una sola y no tiene color. Este surge a partir de los usos que el ser humano le da a esta milenaria disciplina. Cuando se utilizan los elementos de la naturaleza para hacer el mal, se le atribuye la denominación de magia negra; cuando buscamos un propósito sexual, la llamamos magia roja y si la usamos para sanar, unir o armonizar, se le otorga el nombre de magia blanca.

Actualmente se maneja el concepto de magia verde. Este tipo de magia hereda su color gracias a las plantas, porque se basa en realizar curaciones internas con la ayuda de hierbas y plantas. Las regiones en las que más se practica son América Latina y África. De la magia verde deriva el curanderismo, el cual se centra en obtener y aplicar las propiedades de las plantas para poder curar enfermedades y dolencias.

La única magia de todas estas que se encuentra plenamente deslindada de la magia blanca, es la magia negra. Si bien muchas personas recurren a ella para lograr los mismos propósitos que lograrían con la magia blanca, se apartan del camino del bien al no tener reparos en dañar a quien se encuentre en su camino.

Una de las grandes diferencias entre la magia blanca y la negra es que la primera a veces nos muestra que lo que deseamos no es para nosotros. Cuando no obtenemos el resultado deseado, creemos que es porque la magia es débil. Sin embargo, la magia blanca es tan fuerte que hasta nos dice que estaos equivocando nuestras peticiones. En cambio, la magia negra arrasa con todo lo que se pueda encontrar en el camino para que quien hace o pide un hechizo, obtenga lo que quiere. Sin embargo, los brujos no explican la “letra chica” de usar la magia negra, y esta consiste en pagar graves consecuencias por haber arrasado con el destino de los demás.